
La firma de Maria Grazia Chiuri ha presentado su colección para el próximo otoño-invierno con un ‘fashion film’ que nos transporta a un mundo mágico en el que las mujeres vuelven a ser las protagonistas
Dior explora los cuentos de hadas en su colección otoño-invierno 2021/2022
Que Dior haya mostrado su nueva colección otoño-invierno 2021/2022 un día tan señalado como el 8 de marzo no tiene nada de azaroso. Desde que Maria Grazia Chiuri se hiciera cargo de la dirección creativa, la marca francesa ha abanderado el discurso feminista en la industria de la moda. Empezando por aquellas camisetas que debutaron en la colección de primavera 2017 y que rezaban We should all be feminist –un lema que la diseñadora tomó prestado de la charla TED que dio la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Achidie en 2013– y terminando por esta última propuesta que ha contado con la colaboración de cinco ilustradoras procedentes de todos los países para crear cinco teasers animados que han sido publicados justo antes de la presentación. “Maria Grazia le pidió a esta nueva generación de dibujantes que compartiera su interpretación de la feminidad en el mundo de la animación. Este proyecto refleja sus experiencias personales a través de sus perspectivas únicas y destaca las representaciones contemporáneas de la mujer en la sociedad, con unas visiones que enfatizan y van en consonancia con el compromiso de la directora creativa”, explican desde la firma acerca de estos vídeos creados por Teresa Cherubini, Aisha Madu, Noriko Okaku, Bárbara Cerro y Marion Fayolle.

La colección, que ha sido presentada en un fashion film a través de la página web de la firma, explora el mundo de los cuentos de hadas. “Una red de símbolos, estos mundos de fantasía no son en modo alguno un medio de escape; sirven para cuestionar y desafiar, más allá de los estereotipos”, desvelan en la nota de prensa. Una inspiración que se ha dejado sentir en la presentación que ha contado con varios elementos de un relato de fantasía: desde el frondoso bosque al palacio de Versalles –tanto sus jardines como la famosa Galería de los Espejos–, pasando por la hipnótica coreografía de un grupo de bailarines, que nos ha llevado de uno a otro escenario como si se tratara de unos seres mágicos, o la presencia de una modelo tendida sobre la hierba cual Ofelia que, de alguna manera, comparte un vínculo con otra que yace sobre el suelo del castillo como si se tratara de las dos caras de la heroína de un mismo cuento.

“Como una invitación a la autoafirmación, el uniforme del soldado de plomo se transforma en una serie de abrigos de cachemira azul realzados con detalles en rojo y blanco”, desvelan desde la casa francesa acerca de uno de los cuentos que parece haber inspirado la colección: El soldadito de plomo de Hans Christian Andersen. “El negro ocupa un lugar destacado en una variedad de estilos, desde faldas hasta la chaqueta Bar salpicada con el icónico motivo cannage de Dior o equipada con una capucha, que podría haber sido usada por la Caperucita Roja de Angela Carter”, añaden acerca de otro conocido cuento infantil reinterpretado por la citada periodista en La Cámara Sangrienta (1979): un libro de relatos que cuestiona los mecanismos narrativos de los cuentos de hadas versionándolos bajo una mirada feminista en la cual sus protagonistas abandonan el rol pasivo para tomar las riendas, no solo de la narración, sino también del propio final.

Además de esta inspiración cargada de significado, la colección ha estado cuajada de otras interesantes referencias que van de la estética colegial –una que ya hemos visto en varias propuestas como la de Simone Rocha o Sandy Liang–, interpretada a través de pichis, camisas blancas, pantalones de pinzas de color gris y mocasines con calcetines blancos; a la inspiración Balmoral, que se intuía a través de los abrigos guateados acompañados de faldas midi de silueta A-line y pañuelos en la cabeza al estilo babushka; pasando por el estampado del Arlequín, un famoso personaje de la Comedia del Arte cuyos típicos rombos también han sido vistos en la propuesta de Valentino.

Los guiños al look aviador en gorros y abrigos, la diversidad de estampados –rayas, cuadros, flores e, incluso, leopardo– y los diseños calados –en jerséis o vestidos de encaje– también han estado presentes en una colección eminentemente oscura que, sin dejar de lado los códigos y siluetas habituales de Dior, vuelve a poner el énfasis en la mujer desde una nueva perspectiva. Como explica la propia maison: “Magia femenina reinventada y un camino sutil hacia una nueva conciencia.”
Leave A Comment