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Colombiamoda 2022
VIVO x UNIQUE
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Laura – Lifestyle, Tendencias y Overview
Después de unos días llenos de creatividad y moda llega el cierre de Colombiamoda. Como siempre, cuando termina un espacio de estos es importante recordar los grandes momentos y las propuestas que más llamaron nuestra atención. Desde antes de que empezara la feria se sabía que uno de los puntos donde se encontrarían las propuestas era la sostenibilidad ambiental, social y cultural. Por esto pudimos ver propuesta muy innovadoras dónde la moda y la tecnología habitaban en un mismo espacio. Desde
textiles con nuevos desarrollos tecnológicos, hasta un nuevo acercamiento al sistema de tallaje son algunas de las propuestas más novedosas que pudimos ver en esta edición. Es por medio de estos cambios que se pueden lograr propuestas enfocadas en la sostenibilida y darle un nuevo enfoque a la industria de la moda.
Teniendo en cuenta la sostenibilidad como pilar de esta edición de Colombiamoda no me sorprende que el cierre de la feria estuviera a cargo de la pasarela VIVO x Unique. Esta es la unión entre cuatro diseñadores que reflexionan alrededor de la deforestación, reforestación y recuperación de los saberes ancestrales. Laura Laurens, A New Cross, Alado y Priah Heritage, son las cuatro propuestas que bajo una misma pasarela nos muestran una nueva aproximación a una moda más consciente y con mayor desarrollo tecnológico. La alianza entre estos diseñadores se da en el programa especial de Trust Fashion Arabia. Durante su participación en Catar lograron reafirmar el impacto creativo e innovador que generaron en los jurados cuando fueron seleccionados para hacer parte del programa internacional.
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Nina – Inspiración, Concepto y Arte – Música
Pasarela Unique . Una voz 4 relatos
Laura Laurens
Laura empezó su marca en el 2014 en Paris con una colección que buscaba tener algo local, pero con una voz internacional.
La guerra y el conflicto en Colombia fueron el punto de inicio y la inspiración para esta diseñadora. Las telas militares fueron su lienzo. Pues hay una sola tela para todos los uniformes, para todos los grupos armados. Hacer una metáfora del territorio a través de la reinterpretación textil. El territorio es uno solo. El propósito era romper el estigma sobre la tela y convertir la guerra en un campo de flores. Entender cómo la creatividad puede poner a conversar dos opuestos. Es como la paradoja de ser colombiano. Vivir entre la exuberancia y la riqueza de la naturaleza y la constante pérdida y conflicto armado. Laura siente que hay una responsabilidad en los creadores de mirar su huella dactilar, de hacer el ejercicio de encontrar lo que los hace particulares. La moda es el juego de la seducción. Cualquier creador debe buscar su propia voz y esa unicidad será lo que logre influenciar su entorno. Lo que logre atrapar la mirada externa.
Al hablar de los procesos creativos Laura considera importante buscar aquello que para mucha gente es ¨basura¨ o ¨desperdicio¨ y a través del arte encontrar una solución. Una de sus grandes pasiones es darles voz a las comunidades vulnerables en Colombia. Su propósito es cambiar las armas por máquinas. Integrar el tejido social. Su grito de batalla es a través de la creatividad. Su proceso creativo es caótico pero su espacio físico es muy organizado. No hay un orden lineal. Son lienzos de ideas que se alimentan de otros fenómenos multidisciplinarios. La inspira desde una bolsa de basura hasta una flor muriendo. Le parece muy importante ser flexible. Dejarse sorprender por el error. No dejar de jugar. Crear en colectivo.
Para Laura su marca es la mejor representación de lo que ella es. Una polifonía. La simultaneidad de sonidos diferentes que forman una sola armonía. Su sueño de pequeña era lograr integrar su espíritu misionero con la creación. Le gusta romper los estigmas sobre los diseñadores. Democratizar la moda. Representar la diversión y el juego en sus colecciones. Ella siente que está viviendo su sueño. Y no un sueño ilusorio sino uno basado en la realidad. Disfrutando los pequeños fracasos. Mostrando la belleza de lo imperfecto. La belleza detrás de los procesos. No tomar todo tan enserio. No perder de vista el hecho de que estamos en constante transformación. Que como sus prendas somos procesos inacabados.
A New Cross por Agustín Nicolás Rivero
Nicolas es publicista. Pero siempre ha tenido una fascinación por la ropa. Siente que la ropa es un canal, la arquitectura que nos resguarda y también lo comunica en gran medida quienes somos. Lo que más le interesa de la moda es suscitar más preguntas que respuestas tanto en quien viste como en quien observa. Nicolás al graduarse de Publicidad se encuentra con un cruce de caminos. Pues a pesar de tener un camino claro frente a cómo ejercer su carrera, le llama mucho la atención empezar un proceso
distinto. Un camino inexplorado donde puede ser más feliz. Un proceso con un propósito. Hacer cosas que importan. Es una de las formas donde se cuestiona sobre la sostenibilidad. Expresa que detrás de la responsabilidad que implica ser un creador o diseñar algo utilizando recursos de este planeta, se necesitan hacer cosas que enamoren a las personas, que resuenen con sus valores… Su propósito es resonar con otros. Hacer cosas durables. Contar historias que generen reflexiones. Cuando diseña siempre se hace preguntas. ¿Esto es bueno? ¿Lo qué estoy haciendo es importante? ¿Estoy generando un impacto positivo en una comunidad? ¿Estoy dejando algo mejor en el mundo? Y se siente satisfecho cuando una colección da una respuesta positiva a estos interrogantes.
La música lo inspira profundamente. Le encanta coleccionar vinilos. Toca batería desde los 9 años. Ha tocado en varios grupos musicales. Escucha todo tipo de música desde música clásica, jazz hasta death metal. Hacer una colección es como hacer un disco. Un sencillo puede ser ese best seller de la marca. Pero un disco es como una colección donde se cuenta una historia completa. Le gusta por medio de otras disciplinas que no son la moda, llegar a soluciones o procesos que resuenen con él para poder desarrollar
un vestido. Por ejemplo, la cerámica ha complementado su proceso creativo. Un proceso que lo pone en contacto con sus manos. Desarrolla estructuras óseas que le permite entender otro tipo de plasticidad diferente a la tela. Y esto le permite llegar a nuevas conclusiones.
Confiesa que no está al tanto de lo que pasa en las pasarelas o las tendencias de moda. Prefiere tener un proceso íntimo con la fibra con la que trabaja. Busca todas las analogías y las enseñanzas que el textil le comunica. Lo ve como un gran paralelo, entendiendo que hacemos parte de un tejido social y que nosotros mismos podemos ser vistos como fibras. Le gusta entender que cuando una tela se rompe, por el trauma, se puede reparar dejando una cicatriz. Habla de la técnica japonesa de KINTSUGI, en la cual
un objeto al romperse se repara con oro haciendo que el objeto adquiera un valor mucho mayor pues cuenta una historia. Habla de trauma, memoria y reparación. Y de eso es precisamente lo que expresa A New Cross.
Para esta nueva colección ¨Territorios sustraídos¨ Nicolas permite que el textil sugiera una historia. Como, por ejemplo, la técnica del calado, que se refiere a sacar fibras de la tela generando ciertos vacíos en ella. Para Nicolas es una metáfora de los efectos del desplazamiento armado en Colombia. Los vacíos que deja en la transmisión de las técnicas a las nuevas generaciones. El desarraigo cultural.
Nicolás nos comparte 3 canciones y discos con las que describe su marca. La canción “Children Of The Sun” del disco ANASTASIS de la banda Dead Can Dance. “Music For A Dancing Mind” del disco On the go de Matthew Halsall y El mar del disco 8 años de Los Hermanos Gutiérrez. Su mayor sueño es poder contar con una comunidad de artesanos jóvenes de aquí a un futuro. Poder reivindicar el oficio y la labor artesanal y poder motivar a una nueva generación de artesanos para que continúen con estos procesos, para que experimenten y lo lleven a lugares nuevos. Esto es lo que lo mantiene creativo y un constante diálogo que lo reta a ser mejor todos los días.
ALADO por Alejandro Gonzáles y Andrés Restrepo
ALADO es la unión entre el arte y la moda. Significa todo lo que tiene Alas. Siempre está ligado a una realidad Onírica. Tener los pies en la tierra, pero con las alas puestas. Nace en los salones universitarios, pues Alejandro y Andrés se conocieron estudiando artes plásticas. Veían la moda como una posibilidad de hablar del arte y hacer de la ropa nuestro lienzo. Vieron en el ecosistema de moda un lugar donde podían desarrollar un modelo de negocio interesante en una industria sumamente robusta.
Hace 12 años, al iniciar su marca, la sostenibilidad fue su pilar. Empezaron a trabajar en alianza con las grandes empresas y a replantear los procesos de la moda. Utilizaban todos los residuos de colesterol. Encontrando la posibilidad de transformar algo que para otros es un desperdicio en arte. En piezas de arte. Su mayor reto fue entender el negocio de la moda. Empezaron a buscar que las colecciones tuvieran un componente artístico pero que además se pudieran aterrizar a un modelo de negocio que respondiera. Hoy ya cuentan con un taller madre en Medellín con la sostenibilidad como bandera. Con una economía transparente. Dándole alas a sus trabajadores y artesanos. El propósito de ALADO es crear conciencia. Piensan que el arte debe servir para algo. La moda es el vehículo para decir algo. Les gusta mucho aprovechar la ventana de la moda. Pues con ella pueden llegar a todas las personas. La moda a todos nos impacta de una manera u otra. También lo consideran como una labor pedagógica pues han podido llegarle a un público que se ha hecho sensible a los procesos de la moda. Las historias
detrás de cada prenda. Ven la posibilidad de cambiar el mundo generando espacios de reflexión a través de la moda.
Sus procesos creativos inician desde la investigación. Les gusta trabajar de la mano con personas o instituciones, que conocen en profundidad las temáticas tratadas. Aprender y saber decir es muy importante para ellos. Hacer un trabajo respetuoso y colectivo pues no solo se trata de estetizar las problemáticas sino de plantear una reflexión desde la moda. De manera paralela también desarrollan la investigación alrededor de los materiales que van a utilizar. Para esta colección se enfocan en investigar nuevas fibras. La presencia del fique fue su punto de partida. Una alternativa mucho más sostenible
que cualquier otra fibra. Y que además abre la conversación sobre la responsabilidad de la moda en la deforestación. No es sólo proponer o denunciar sino traer soluciones reales que den testimonio de esto. Están en constante comunicación con sus clientes para poder crear piezas atemporales. Preguntarse cuáles son esas prendas que más buscan sus clientes. Es un proceso muy a conciencia. Es una constante experimentación. Establecer un diálogo con cada pieza.
La marca suena al sonido que produce el viento cuando pega sobre las ramas de los árboles. El sonido cuando estos dos elementos se encuentran. Un sonido sutil pero contundente. Un sonido bastante melancólico pues habla del recuerdo. El viento tiene ese poder de traer y llevar. De estar en constante movimiento.
El gran sueño de Alado es poder compartir con más personas. Que esta marca haga un eco en las nuevas generaciones. Que sean muchas más personas las que vibren con esa sintonía de la marca.
Priah Juanita García
Priah llega a Juanita a través de una meditación. Investigando sobre la palabra en sánscrito, Juanita descubre el mensaje que el universo tiene para ella con este proyecto…̈Mi ser más amado y mi orgullo más grande¨. Ella no cree en las casualidades. Cree que todos estamos unidos y que la historia está escrita. Siente que ese significado representa el proceso que ha sido construir este camino junto a las mujeres que la acompañan. Este proyecto trasciende lo profesional. Es un proyecto que está muy cerca de su corazón y que le dio un camino para recorrer.
Luego de haber estudiado finanzas y ciencias políticas. Siente una fascinación por los proyectos sociales y por esa razón termina estudiando Emprendimiento social en Londres. Cuando termina su carrera empieza a extrañar la región donde creció, Sogamoso. Y a preguntarse cómo podía aplicar todo lo aprendido y generar un impacto en su contexto. Juanita nos abre su corazón y confiesa que este regreso a casa fue un regalo hermoso, pero también doloroso al estar enmarcado en el proceso de recuperación de cáncer de su mamá. Un proceso que le permitió volver a sus raíces y entablar largas conversaciones con su abuela materna alrededor del tejido. Su abuela fue una modista muy reconocida en Sogamoso. Y por esta razón tiene muchos recuerdos de enhebrar agujas con ella. En esas conversaciones surge una pregunta. ¿Qué puedo hacer para apoyar a las mujeres que, como su abuela, tejen manteles y expresan su necesidad de tener mejores ingresos? Ella le teje una franja pequeña y la incentiva a crear algo nuevo. Fue una falda la excusa perfecta para iniciar el proceso.
Priah se lanza en 2019 pero la investigación empezó en 2015. Una investigación de la mano de una fundación que trabajaba con comunidades vulnerables en Sogamoso, desarrollando diferentes tipos de tejidos y técnicas. Su misión inicial era ayudar a estas mujeres y explorar a modo de hobbie lo que podía lograr. Pero ese proceso la fue llevando a descubrir el ADN de la marca. Una marca de siluetas minimalistas y limpias. La idea es que estas mujeres hacían pedazos de croché y su madre les ayudaba a coser las piezas más sencillas. Ella expresa que el trabajo social no es tan romántico como lo muestran. Los procesos tomaban mucho tiempo. Nelsy fue una de las mujeres que tenía los valores que ella buscaba en su equipo. Una mentalidad flexible, el amor por lo que hacía y la responsabilidad. Con ella logró identificar los valores que deben tener las mujeres que se vincularon a Priah. Las mismas tejedoras son las defensoras de los valores establecidos. Es un proyecto que se está construyendo todo el tiempo. La espiritualidad fue un detonante en su proceso creativo. Juanita, su mamá y sus hermanas empezaron un proceso de autoconocimiento. Una búsqueda de sentido. La conciencia de lo que usas y consumes.
Su promesa fue no utilizar poliéster en sus prendas. Encontrar fibras naturales. En sus viajes rescataba los residuos de las telas, fines de rollo de las grandes casas de moda. Todo se fue convirtiendo en un proceso integral. Una investigación constante. Para la colección que va a presentar en la pasarela única, va a utilizar cáñamo y seda. Ella quiere hablar de celebración con estas fibras naturales. En sus procesos de patronaje empezaron a diseñar pensando en la forma de aprovechar al máximo la tela. Lo que Juanita busca es dejar la menor huella posible. No reclama ser una marca sostenible, pero siente que es una responsabilidad seguir investigando sobre el tema.
Priah es la excusa para hablar de nuestra cultura, preservar un arte, generar inclusión social, darles oportunidades a mujeres adultas, ¨makers¨ cómo las llama, a contribuir en la sociedad y llevar una técnica a un nivel de refinamiento que busca innovar. No se define como una marca de moda, sino como un taller textil. Ella denomina sus colecciones relatos. Se inspira en lo más auténtico de las piezas campesinas, en las ruanas, en los cultivos y sus formas y colores. Empezaron a denominar sus propias
puntadas. Acercándose a la cotidianidad del campo. Haciendo honor a los orígenes campesinos.
La marca suena a música llanera. Pero son de bolero. A una poesía recitada. Me comparte la canción Mamonal de la distancia de Silvestre Barragán.
Juanita tiene un sueño recurrente. Poder mostrarles a nuevas generaciones que se puede construir una marca con conciencia. No vender más sino vender mejor. Que diseñadores como Elie Saab reconozcan las técnicas colombianas… Mostrar otro lenguaje de Colombia. Un lenguaje inclusivo. Inspirar a otros creadores a tener más talleres en Boyacá.
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Hele – Modelo de negocio, Impacto y Sostenibilidad
Laura Laurens: Creando entornos
“Uno no diseña ropa, si no su entorno”, Laura se adentra y va más allá de lo obvio, hace
analogías, conecta ideas y transforma el concepto de “particularidad”. Re-significar y reinterpretar son dos palabras que usa mucho pues ve la belleza en lo que para otro es desecho, aplicándolos en espacios desde el universo textil; teje delgado en todos los eslabones de su proceso, específicamente en esos que dan voz a las comunidades minoritarias.
Lau tiene claro que su grito de batalla es la creatividad que utiliza en su modelo de negocio para hacer tejido social, como la trama y urdimbre, transversal. Internamente cuenta con 6 personas en el estudio, pero se expande según cada proyecto porque siempre está buscando la forma de poder impactar socialmente; cocrea con comunidades, y entiende la prenda como un territorio de negociación, dónde busca empoderar productivamente a las comunidades con las que trabaja. Desde hace poco más de 4 años, encabeza un proyecto con la comunidad transgénero Embera Chami, alcanzando incorporar la transculturalidad; con ellxs ha realizado show pieces que lograron viajar a Londres y que hoy, dan la vuelta al mundo.
Busca la circularidad de sus procesos minimizando consumos, usando eco-teñidos, haciendo upcycling de textiles militares. Para ella la moda debe incorporar colectivos
artísticos, estar en el centro y frente del discurso, pero siempre cerrando el ciclo de
producción, creando entornos donde hay cabida para lo económico, cultural, medioambiental y social. Enfocándose siempre desde la responsabilidad de no autodenominarse empresa sostenible, puesto que es un “siendo y no un ser”, ya que hoy
por hoy no debe pertenecer al apartado de valor agregado, sino de la semilla misma del
nacimiento de una nueva empresa.
A New Cross: el espacio más pequeño en el que podemos estar
Agustín Nicolás se cuestiona si la moda es sostenible cada vez que diseña, pero el solo querer hacer algo por el cambio, ya se convierte en una postura muy valiosa. Para él es tan importante hacer cosas que resuenen con el otro, cuenten historias que verdaderamente importen y generen reflexión cómo ser lo suficientemente responsable
para no crear por crear. Suena a cliché, pero aún vivimos sin cuestionarnos, sin hacer
introspección y entender si de verdad un producto es ergonómico y de construcción impecable… pero ¿Importa? Cuando se responde a sí mismo, sabe que está enfocado y listo para sacar del horno lo que ha venido gestando. Hoy abre espacio Territorios substraídos, un proyecto en el que lleva trabajando hace más de un año, que combina 3 técnicas de la mano de artesanos que detraen fibras, dejando así pequeños vacíos en el textil. De esta forma, hace su analogía con un territorio que posee vacío cultural después de 6 décadas de violencia, pero que vuelve a entretejerse de la mano de más de 10 personas que están detrás de la marca en esta nueva puesta en escena.
Nico es nostálgico, apasionado y curioso; tiene una postura muy clara del consumo, por
eso la palabra “Ética” surge en su discurso, en el entendido de que no podemos únicamente pensar en solucionar un problema con tan sólo un material y más bien el proceso en sí debe cambiar. Su visión del consumo va más allá de las capacidades, entra en la responsabilidad misma de compra y piensa que consumir menos a mejor calidad es sinónimo de consciencia. Su uso de fibras naturales como el cáñamo, el algodón, el lino, la alpaca o la seda es por decisión personal, aquellas que combinan con la experimentación textil en zonas como Boyacá, Anserma y Bogotá. Es así como quiere abrir lugar a la reivindicación de los oficios, especialmente en los jóvenes, desde la educación, motivación y remuneración; aportándole a una industria donde el consumidor valore su uso teniendo la oportunidad de utilizar piezas agradables como segunda piel que perduren en el tiempo; al final, el vestuario es el espacio más cercano al yo interior.
Alado: Hijos de nuestro tiempo
Con las alas puestas y con los pies en la tierra, así Andrés y Alejandro han construido a
través del tiempo la historia de Alado desde hace 12 años. Desde sus inicios, donde el arte y la moda convergen en un mismo espacio, se habla de sostenibilidad, algo que en 2010 no era tan común y que hoy se convierte en premisa de las marcas en el mundo. Su forma de re-plantear los ciclos y procesos de la industria con tan sólo los desechos de una compañía como Coltejer, inició con este modelo de negocio que hoy no da vuelta atrás.
Cuentan con 25 empleados directos y con un taller madre en Medellín donde la magia
sucede y donde, desde diferentes frentes de la viabilidad, buscan y encuentran respuestas a problemáticas de un país, entorno o situación política. Uno de sus programas bandera es la generación de economías transparentes para todos los agentes que se encuentran alrededor de la cadena de un producto, logrando incluso impulsar emprendimientos de empleados, acompañándolos en sus procesos para que cojan alas y crezcan de la mano de Alado.
Andre nos habla claro y sabe que la gran labor que tiene la marca es ir más allá de lo obvio, adentrándonos en ese lado más pedagógico, aquel que educa a un público, a un sector de la población que se ha hecho sensible a partir de la moda, del diseño, del propósito de contar historias a través de un mismo lenguaje, la moda. Somos responsables de ser hijos de nuestro propio tiempo, un tiempo que no da cabida para no impactar. Tenemos en nuestras manos la posibilidad del cambio, de generar consciencia y proporcionar dimensiones para la reflexión. Para Alado la sostenibilidad es transversal, por eso están presentes en cada proceso: desde el desarrollo de nuevas fibras hasta alternativas para reencontrarnos con los saberes que responden problemáticas. Trabajan con talleres sumamente artesanales, en telares de tercera generación de tejedores de Antioquia, comunidades campesinas que decidieron orientarse en el tejido para impactar localmente. Más de 27 personas innovan en la utilización de nuevas materias primas como el fique o el PET que vienen elaborando desde 2018. Esta colección engendra un impacto positivo, donde es transformado un problema en solución, basado en hechos e investigación estampando así, el sello de certeza y eficiencia resolutiva.
Priah: Desde la construcción, sin imposición
Para Juanita nada es forzado y todo pasa porque debe de pasar. Priah nació sin pretensiones, sin un propósito, pero fue encontrando un espacio rápidamente en su vida
misma: la excusa para hablar de la cultura, preservar un arte y brindar oportunidades a
las makers como le llama a su colectivo de mujeres en la comunidad de Sogamoso, Boyacá.
Por un tema de salud de su madre, la sostenibilidad textil se convirtió en la vertiente de toda acción de la familia, y fue así como empezaron a investigar más sobre aquellos materiales que podían generar tranquilidad y confort a la hora de vestir. Hoy sus textiles cuentan con el certificado OEKO TEX (abala que no hay sustancias nocivas en los textiles ni en la fabricación de un determinado producto) que van acompañados de fibras naturales y hasta fines de rollos de marcas de lujo para hacer upcycling con ellas. Las piezas con historia, como le gusta llamarlas, de este colectivo que veremos en Colombiamoda estarán realizadas con un textil compuesto de cáñamo y seda. Priah nunca ha reclamado ser una marca 100% sostenible, pero sí curiosa de la sostenibilidad, buscando dejar la menor huella posible en el mundo.
La comunidad en Tibasosa, Boyacá, cuenta con 20 tejedoras de crochet y 23 mujeres en confección junto a 2 hombres. Para juanita -quien ama decir que su taller es de investigación textil y pretende siempre conectar con sentimientos y las historias de quienes construyen y consumen-, la sostenibilidad es un concepto que no sólo puede abarcarse desde el nivel ambiental con los textiles: también debemos llegar a un tema social donde existe un descubrimiento de las comunidades, se aprende, se acuerdan cosas en conjunto, se reconoce al otro y se mide el impacto. Lo anterior debe ir acompañado de pagos y horarios justos, de entender que no se crea una prenda por crearse sino, se construyen historias que preservan la cultura. Sus piezas estarán dentro de la pasarela de cierre del colectivo UNIQUE, ese que nos representó en Qatar en los FTA’s y dejó a Colombia en la mira como país que lidera desde la empatía.
Tejido invisible
Estas son las caras detrás de ese tejido invisible que lo hace todo posible y que nos acompaña en cada reto, idea y creación.
Felipe Espinosa – Dirección de arte y Producción
Andrés Espinosa – Fotógrafo y amigo de la casa
Daniela Bastidas – Make Up Artist
Fotografía y Dirección de video – Jetlag
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